Desde que Freud clasificó los sueños, perdieron su fascinación. Pero los humanos y las humanas no hemos dejado de soñar. A la par tambien hemos experimentado pesadillas que nos estremecen, nos quitan el sueño y nos dejan preocupados por el resto del día. ¿Quien no ha soñado? Dormido y despierto. "Se ha oído por ahí" que hasta los animales tienen sueños. Algunos con cerebro más desarrollado, posiblemente.
Aunque el cerebro de los pollos no está entre éstos, especialmente que ahora las granjas los producen artificialmente, ¿a quien puede importarle el cerebro de un pollo? Lo cierto es que pude observar en las granjas de antaño que cuando estas aves dormían, parecían quejarse. Una abuela me dijo que la causa era que soñaban. Otra me habló de una capacidad de detectar "el paso" de espíritus no muy benignos, según creía ella. ¿A quien puede importarle hoy si los pollos y las gallinas sueñan? !Otra cosa sería saber qué sueñan los gallos!
Dejando el mundo de las gallináceas a un lado, nos interesan los sueños del homo sapiens, que no tanto sus inevitables pesadillas. Sin embargo, tambien las consideramos parte de las vivencias inevitables. Tenemos la sensación de que Hollywood y la industria del cine han hecho más dinero de las pesadillas humanas, que de sus sueños. Cuando nos enteramos de la pesadilla de las torres gemelas en New York, presenciando por internet el primer ataque, el pensamiento inmediato que se nos ocurrió fue: !Que terrible, la realidad superando a la fantasía! Al día siguiente, un medio de noticias se refería a la tragedia en los mismos términos.
Como sabemos, aquel magnicidio cambió muchas cosas en Estados Unidos y su población. Muchos sufrieron, millones se solidarizaron. Pocos reflexionaron. ¿Se piensa hoy en los sueños del asesinado presidente John F. Kennedy? ¿Se tomaron en cuenta las pesadillas que se han vivido en el mundo después del año 1963? ¿Que queda del gran sueño del pastor bautista Martin Luther King?
Entre soñar despierto a soñar dormido, siempre valoré los primeros sobre los segundos. Pero a fuerza de vivir pesadillas despierto, empiezo a valorar, como simples ejercicios cerebrales propios del descanso, los sueños que soñamos mientras dormimos. !y qué bendición es dormir! !Que dicha suprema es dormir bien!
Aunque el cerebro de los pollos no está entre éstos, especialmente que ahora las granjas los producen artificialmente, ¿a quien puede importarle el cerebro de un pollo? Lo cierto es que pude observar en las granjas de antaño que cuando estas aves dormían, parecían quejarse. Una abuela me dijo que la causa era que soñaban. Otra me habló de una capacidad de detectar "el paso" de espíritus no muy benignos, según creía ella. ¿A quien puede importarle hoy si los pollos y las gallinas sueñan? !Otra cosa sería saber qué sueñan los gallos!
Dejando el mundo de las gallináceas a un lado, nos interesan los sueños del homo sapiens, que no tanto sus inevitables pesadillas. Sin embargo, tambien las consideramos parte de las vivencias inevitables. Tenemos la sensación de que Hollywood y la industria del cine han hecho más dinero de las pesadillas humanas, que de sus sueños. Cuando nos enteramos de la pesadilla de las torres gemelas en New York, presenciando por internet el primer ataque, el pensamiento inmediato que se nos ocurrió fue: !Que terrible, la realidad superando a la fantasía! Al día siguiente, un medio de noticias se refería a la tragedia en los mismos términos.
Como sabemos, aquel magnicidio cambió muchas cosas en Estados Unidos y su población. Muchos sufrieron, millones se solidarizaron. Pocos reflexionaron. ¿Se piensa hoy en los sueños del asesinado presidente John F. Kennedy? ¿Se tomaron en cuenta las pesadillas que se han vivido en el mundo después del año 1963? ¿Que queda del gran sueño del pastor bautista Martin Luther King?
Entre soñar despierto a soñar dormido, siempre valoré los primeros sobre los segundos. Pero a fuerza de vivir pesadillas despierto, empiezo a valorar, como simples ejercicios cerebrales propios del descanso, los sueños que soñamos mientras dormimos. !y qué bendición es dormir! !Que dicha suprema es dormir bien!
Deseo que tenga dulces sueños. Y como leerán, a mucha gente buena y bonita me gustaría saludarla como dicen en las peliculas norteamericanas: !Los veré en mis sueños!