miércoles, 2 de julio de 2008

GRACIA, LA VIDA ES SUEÑO

No, no se trata de la obra de Calderon de la Barca. Gracia tiene 6 años. Irradia la inocencia y la inteligencia creciente de quien ve la vida como un sueño, con pesadillas que no comprende. Ya sabe leer y se mueve con modales aprendidos del Colegio. Hablaba conmigo casi sin quererlo. Pero sentí que tenia curiosidad por saber que hacía yo en una pequeña oficina al frente de la computadora. Dejé de trabajar para escucharla. Me habla de un cuadro familiar que parece duro, pero no se da cuenta totalmente de ello. Me contó que tiene una hermana de 10 años que la cuida mucho. Luego me dijo que el año pasado murió su hermanita, que era una bebita de 6 meses. Todos en la casa estaban muy tristes porque se enfermó de repente y murió. Me dijo que extrañaba a su papá, que no vivia con su mamá por que tenía otra casa y otros hijos. Me dijo que su mamá trabajaba antes como enfermera, pero que en el hospital donde estaba empleada, despidieron a varios y desde entonces se quedó en la casa. No encontraba trabajo, por eso se dedicó a hacer y trabajos de planchar y lavar para otras personas.


Suspende su charla conmigo, se distrae un rato con sus pequeños zapatos. Mientras, yo pienso en lo que la globalización y el nuevo orden mundial causa en las periferias de los países desarrollados y ricos.


Cuando retoma la conversación conmigo, me dice que le gusta su Colegio. Y con entereza me dice que ella le ha dicho a su mamá que si no la lleva al Colegio, no va a ir a otra escuela y ya no va a estudiar mas en ninguna parte. De hecho estoy de acuerdo con ella. Su Colegio tiene excelentes instalaciones con muchas plantas, flores, aire y aulas espaciosas. Pero noto que no está jugando con los niños de su aula. Le pregunto por qué y me dice: "No me gusta correr". Yo veo porqué. Su fragil personita parece desnutrida. Pero su belleza infantil y su inteligencia se sobreponen sobre la apariencia.


Nuestra plática no ha durado más de unos 10 minutos, le pregunto desde cuándo sabe leer y me dice que aprendió cuando tenía 5 años. Como noto que va a despedirse, le ofrezco una tarjetita bellamente elaborada con un mensaje positivo. Media hora después volvió a buscarme para presentarme a su abuela. Igual, la señora amablemente me agradeció a nombre de su nieta lo que le pareció un bello mensaje.
Por el resto del día Yo pensé en su nombre: Gracia. Y me dije, !que acertado nombre para esta niñita! No solo por su gracia personal, sino porque recordé lo que piensan algunos que afirman que la naturaleza de Dios hacia los seres humanos es gracia plena, rica y salvadora. Y también pensé en las familias fracturadas, en los efectos del sistema económico. En la injusticia que golpea al planeta cuando el costo real de un barril de petróleo es de 6 dólares y por el desorden del mercado se pagan ahora cerca de 150 dólares. ¿Qué pesadilla de mundo le ofreceremos a Gracia y millones de niños y niñas como ella en los proximos años?