domingo, 6 de julio de 2008

ORA ET LABORA

¿Alguna vez vio la magia del cine en un tour por los Universal Studios? ¿Recuerda el torrente de agua que de pronto amenazaba a volcarse sobre el tren de turistas?
Pues el jueves pasado la ficcion se hizo realidad. Serian las 9 de la noche, llovía torrencialmente. Un autobus con 30 pasajeros, al atravesar un puente de la ciudad, se encontró con una masa de agua, que en pocos minutos, llenó el cauce del río e inundó las calles. El agua llegó a la altura del techo del autobus. El motor se apagó y la corriente fuerte comenzó a arrastrar el autobús. Con puertas y ventanas cerradas, solo a dos jóvenes se les ocurrió abrir una de las ventanas y subirse al techo. Solo uno de ellos sobrevivió. Fue cosa de minutos. Aún si todos hubieran hecho lo mismo, no todos habrían logrado saltar sobre las fuertes corrientes. Pero impresiona el asustado relato del jovencito sobreviviente. Relata que en aquellos terribles momentos angustiosos de ver la masa de aguas oscuras que invadían la calle a una altura de dos metros, que rápidamente paró la marcha del motor del autobús, todos hicieron lo que estaban acostumbrados a hacer: clamar a Dios y orar.
Fue mientras ellos oraban que los dos jóvenes abrieron su ventana y subieron al techo del autobús. La oración es una practica beneficiosa para quien cree, pero las palabras de este sobreviviente mueven a reflexión en medio de la tragedia. Un segundo de decisión hizo la diferencia. Por eso es atinado lo que los antiguos cristianos decían: "Ora et labora". Ora y actúa. Hay momentos en que la oración exige también acción inmediata.

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